terapia familiar
Sin duda que las familias son objeto de una constante agresión buscando derribar su estructura moral y espiritual. Todos los años somos testigos de cómo las familias se destruyen a través de divorcios, hijos en adicciones, abandono de hogar y violencia doméstica entre otros. Es de conocimiento general que la vitalidad de una nación y sus componentes sociales y políticos dependen de la integridad y salud de las familias que la componen. En estos últimos años hemos visto como inclusive muchas leyes se han levantado que amenazan en destruir la estabildad familiar.
Todos estos ataque producen diferentes tipos de resultados negativos que tienen que ser atendidos con sus respectivas carácteristicas y peculiaridades. Una pareja que se pelea y piensa en el divorcio requiere cierto tipo de atención. Un jóven que amenaza con irse de la casa es otro caso distinto. Una jóvencita que duda de su género sexual tiene su peculiaridad. Un padre que se unde en el achool requiere una atención muy especial.
Las terapias tienen que ser diseñadas en forma individual o de grupo dependiendo de las necesidades y circumstancias. Esto requiere tiempo y paciencia. Requiere de personas llamadas a este tipo de ministerio para que apliquen las soluciones que Dios ha establecido para tener una vida balanceada y sana. Todas y cada una de estas circumstancias y conductas pueden ser corregidas mediante un proceso sistemático y consistente que ayude a la persona o personas a encontrar sus respectivas soluciones. Para Dios no hay NADA imposible... El mundo dice que el adicto nunca deja de ser adicto. Dios dice que Él perdona y sana y que nunca se acuerda del pasado. Nosotros tenemos que aprender a entender esta gran verdad y vivir la vida plena que Dios nos ha prometido.
Se ofrecen ayudas en consejería cristiana para: